En un espacio donde el silencio solo es roto por la oración, la música y la poesía se apoderaron de la clausura e hicieron brotar sentimientos en la Casa de Santo Domingo. Bajo el título Dominica Praedicare, la periodista Paloma Gómez Borrero, el barítono Luis Santana y el pianista Antonio López, ofrecieron un concierto y recital que acercó a los presentes al carisma de esta orden religiosa para celebrar así el 800 aniversario de la Fundación de la Orden de Predicadores.
Se quedó pequeña la Iglesia Conventual de la Purísima Concepción, para escuchar poesías de blanco y negro, como el hábito dominicano, y también teresianas, para conmoverse con anécdotas vividas por Paloma Gómez Borrero en su etapa como corresponsal en el Vaticano, y para emocionarse con la soberbia voz de barítono zamorano Luis Santana y la maestría del pianista cordobés Antonio López Serrano.
Con el Ave María de Caccini arrancó un concierto en el que se interpretaron piezas de Bizet, Gounod, Verdi o Schubert, así como otras de origen anónimo. Un espectáculo sobrio y sencillo, a la vez que emocionante, que ha recorrido distintos lugares dominicanos de la geografía española para recitar y cantar al carisma de la Orden de Predicadores.