Desde la institución de los misterios luminosos por el papa Juan Pablo II, se reservan el miércoles y el domingo para recitar y meditar los misterios gloriosos. Precisamente el quinto de estos misterios es la Coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado. Así, un domingo de otoño con tiempo estival, y con María como Reina del Santo Rosario, la Alcantarilla se asomó a octubre con la bendición de las Madres Dominicas para que la Virgen paseara su Gloria por Jaén. Cuatro horas de oración y de gozo con momentos inolvidables en Almenas o Llana antes de devolver a Nuestra Señora del Rosario a su clausura.
A las 18 horas se abrieron las puertas de la capilla de la Purísima Concepción para que el paso sorteara la siempre dificultosa escalinata. Fuera sonaba Virgen de los Clavitos, la primera de una tarde de música cofrade perfectamente interpretada por la Banda de Música Pedro Morales de Lopera. Desde entonces, la consolidada cuadrilla de costaleros derrochó maestría en las complejas revirás del adoquinado barrio de pendientes constantes hasta salvar la famosa y temida Cuesta de la Alcantarilla. Sin embargo, fue al caer la noche y las temperaturas cuando la Virgen del Rosario lució exultante en el entorno de la Catedral. El Ave María alivió la bajada por Julio Ángel y Angustias Madre remató la elegancia en Llana. Por delante, en el cortejo procesional, fue destacable el crecimiento del número de mujeres de mantilla, así como la presencia de algunas hermandades de Pasión y Gloria de la ciudad que quisieron rezar con María los Misterios Gloriosos de su Rosario.
Fotografías: José M. Anguita