Azulejo, noche; un dintel
que cruza y a quemarropa,
Gran Poder que ya galopa,
dispara y marca con cincel
su Dulce Nombre en nuestra piel.
Cantón, rezos de alabanza,
Jesús; leyenda y añoranza,
sustenta llantos – Dolores-
hechos cantos, que, favores
su autoridad tan sólo alcanza.