Hacía tiempo que Jaén no disfrutaba de su Madre, Alcaldesa y Patrona como lo ha hecho este 11 de junio del Año de la Misión Diocesana. La temperatura primaveral acompañó y animó a que los jiennenses salieran desde la mañana a disfrutar de un día de fiesta en torno a Nuestra Señora de la Capilla. La Misa de Cabildos abrió la jornada religiosa y la ofrenda floral completó las previas tejiendo de flores la piedra junto al azulejo de la Coronación. Sin embargo, los momentos más especiales se vivirían cuando a partir de las 19:30 horas, las puertas de San Ildefonso se abrieron para que la Virgen paseara de nuevo por su Jaén.

La Agrupación Musical Arroquia Martínez, de Jódar, abrió el cortejo por segundo año, seguida por las representaciones de buena parte de las hermandades de Pasión y Gloria de la ciudad. Chirris y pastiras, en mayor número que en pasados junios, antecedían a las camareras y al trono que sutilmente avanzaba de costero a costero, a los sones de la Banda de Música de la Sociedad Filarmónica de Jaén.

Una de las grandes novedades y que se mantuvo en secreto hasta la hora de la salida, fue el nuevo manto de estreno, donado por Teresa Domingo, madre de la Hermana Mayor, Úrsula Colmenero, realizado en los talleres de Javier García y Martín Suárez. También se estrenaba un juego de incensario y naveta, aunque de lo más llamativo fue la decoración de las calles. El grupo joven de la hermandad decoró farolas con pequeños banderines y engalanó el barrio con la colaboración de los vecinos.

Especial, como es tradición, fue el paso de la procesión por Bernabé Soriano, donde a la altura de Óptica Amate, la Virgen de la Capilla recibió todo el cariño de cofrades y devotos en forma de pétalos. Antes, justo a la salida, “llovieron” del campanario de la Basílica Menor los Aleluyas, pequeñas estampas de la Virgen con dedicatorias a la Madre de la Capilla. El Himno de Jaén puso el broche a la Magna Procesión que encontró a una ciudad volcada para arropar a su Patrona.

Fotografías: Cofradía de la Virgen de la Capilla