La noche del 7 de diciembre, como viene siendo tradición en la Iglesia de Jaén, se vivió un momento de profunda devoción y celebración con la Vigilia de la Inmaculada, un evento que reunió a jóvenes y fieles en un recorrido lleno de ilusión, alegría y esperanza. Entre ellos, destacó la presencia de los grupos jóvenes de las cofradías y hermandades.
Todo comenzó con la cálida acogida, amenizada por la charanga de Martos “Los Inspiraos”, que tuvo lugar en la Casa de la Iglesia (Seminario Diocesano). Desde el Seminario partió la procesión de la imagen de la Inmaculada, titular del mismo. Portada por los grupos cofrades, la procesión avanzó hacia la Catedral, el primer destino de este recorrido. Un grupo de músicos de la banda Blanco Nájera puso sus notas musicales en el acompañamiento de la Virgen hacia el primer templo diocesano. Las calles se llenaron de fieles creando un ambiente de recogimiento y fervor.
En la Catedral tuvo lugar la solemne Vigilia presidida con el Santísimo. Bajo el lema “Dijiste Sí”, el Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico señaló varia ideas claves: hay que tener esperanza, ya que Dios no se rinde con nosotros; María es signo de que la santidad es posible, ella camina con nosotros; el ejemplo de María debe de transformar nuestra vida, tenemos que tener un programa de vida con nuestra Madre como guía; al igual que ella dijo “hágase en mí según tu palabra”, nosotros debemos hacer nuestra esa respuesta.
Una vez terminada la homilía, los testimonios de Joel y Roberto añadieron un toque personal y motivador, compartiendo sus experiencias de fe y el impacto del ejemplo de María en sus vidas. Tras la adoración al Santísimo, los participantes se dirigieron a la Plaza de San Ildefonso. Al llegar, se llevó a cabo la consagración al monumento de la Inmaculada, un acto cargado de simbolismo y devoción. Entre oraciones y ofrendas florales, los fieles reafirmaron su compromiso mariano. La velada concluyó con la tradicional chocolatada junto a la reja de la Capilla.
Fotografías: Diócesis de Jaén