La música cofrade no puede ser interpretada en el interior de los templos de la Diócesis de Jaén. Así ha quedado patente esta pasada Semana Santa después de que el vicario general remitiera una circular a todas las parroquias recordándole la normativa diocesana al respecto, que se remonta a 2014 y que no se aplicaba por igual a lo largo y ancho del Santo Reino. Por eso, ha sido ahora cuando el debate y la polémica ha subido de volumen y de tono.

Ante esta circunstancia, el Consejo de Bandas de la Ciudad de Jaén ha emitido un comunicado en el que solicitan una reunión con el Obispado “para avanzar en el entendimiento” con una actitud “dialogante y constructiva”.

Con respecto al carácter de la música procesional, no litúrgico según argumenta el Obispado y pensado para el desfile en las calles, en este escrito, las formaciones musicales de la ciudad de Jaén señalan que “el repertorio se compone en su mayoría de adaptaciones de cantos litúrgicos y de composiciones escritas expresamente para dotar de sentido al acompañamiento a los misterios representados en la Semana Santa”.

Otro aspecto que tiene en cuenta el Obispado para prohibir la actuación de las bandas en el interior de las iglesias es el daño que pueden causar a los propios templos. Ante esto, el comunicado del Consejo de Bandas indica que “no llegamos a comprender determinados aspectos como por qué en actuaciones esporádicas autorizadas hasta la fecha no ha sucedido nada de esto o por qué en Jaén la actuación de nuestras bandas puede producir daños en los templos y en otras provincias de Andalucía o incluso de España no”.

Por último, el Consejo de Bandas de Jaén, que agrupa a seis formaciones de la ciudad, señala que las bandas “son una manera de acercar a la juventud a nuestras cofradías y hermandades, y por ende, a nuestra Iglesia y a la fe en Dios y su Bendita Madre”.