Con el mal recuerdo del pasado año, en el que la lluvia hizo acto de presencia en forma de tormenta, la Cofradía de la Virgen del Carmen se resarció disfrutando de su salida procesional por las calles del viejo Jaén. Tras la intensa Novena en San Juan y San Pedro, llegó el 16 de julio, día grande para los fieles del Carmelo.
Con un calor intenso a pesar de que la tarde daba sus últimos coletazos, Nuestra Señora del Carmen asomó a su ‘puerto’ de San Juan donde muchos fieles se congregaron para acompañarla y vitorearla. Durante varias horas, la Virgen del Carmen hizo suyo el Jaén de antaño, el de las devociones de siempre, de nuestros mayores. Porque ni el calor este año, ni la tormenta en el pasado, puede borrar el sentimiento de un pueblo fiel al Carmen.
Fotografías: Manuel J. Quesada Titos