A penas han pasado unos días del Miércoles de Ceniza y empiezan a sucederse los actos y cultos de nuestras hermandades por las distintas sedes canónicas y casas de hermandad. El pasado viernes, día 7 de marzo, la Hermandad de la Buena Muerte dio el pistoletazo de salida a su serie de actos cuaresmales. Ante una gran cantidad de hermanos cofrades congregados en la sala capitular de la Catedral, tuvo lugar la presentación del cartel y del boletín que anualmente realiza la Hermandad Sacramental.
Una presentación de cartel disfrazada de pregón, que corrió a cargo del cofrade Ángel Cañada Morales. El acto se inició con las palabras popularizadas por Joan Manuel Serrat “Quién me presta una escalera para subir al madero…”. Tras una sucesión de versos interpretada por un grupo flamenco, el presentador nos invitó a la reflexión a lo largo de su presentación. Tuvo unas palabras para el autor del cartel, Manuel Quesada Titos, del que resaltó su buen hacer y dedicación por y para nuestras cofradías. Finalmente presentó en detalle cada una de las partes de un cartel basado en una fotografía realizada a Ntra. Sra. de las Angustias en la Catequesis Pública de Fe del pasado 15 de junio. El momento más emotivo y al mismo tiempo más innovador, tuvo lugar al referirse a Ntra. Sra. de las Angustias, cuando los sones flamencos retumbaron por toda la sala capitular, como ofrenda musical a la Santísima Virgen. El cofrade concluyó la presentación con una adaptación del “soneto a Cristo crucificado” dedicada al Santísimo Cristo de la Buena Muerte.
Acto seguido, Pablo Ruiz, vocal de Prensa y Comunicación de la Hermandad, presentó el boletín correspondiente al año 2014 en el que desgranó brevemente su contenido. También, anunció que en breve estará disponible una renovada página web de la hermandad, “adaptada a nuestros tiempos y que pretende ser un portal de comunicación entre los hermanos”.
Para finalizar el acto, el hermano mayor, Juan Marín Cruz, hizo entrega de unos detalles a Manuel Quesada Titos, autor del cartel, a Pilar Vega Serrano, autora de la portada del boletín, así como a la persona que ha llevado a cabo el desarrollo de la nueva página web.
¡ Por la Virgen de las Angustias ! ¿ Quién me presta una escalera……. ? es parte de La Saeta de Antonio Machado , Y es una saeta popular, no son plabras de Serrat si de su Saeta y empieza dicendo ” Dijó una Voz popular” , ya te esta dicendo que no son suyas.
Tiene razón.
Gracias por la puntualización.
Poema La Saeta, de Antonio Machado:
¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!
¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!
LA SAETA
Antonio Machado
¿Quién me presta una escalera/para subir al madero,
para quitarle los clavos/a Jesús el Nazareno? (Saeta Popular)
¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!
¡Cantar del pueblo andaluz
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la Cruz!
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero,
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!
(Sí se pone se pone completo)
Este poema lo escribe Machado, en 1914, aunque es publicado años mas tarde en Poesías Completas., forma parte del conjunto final “Campos de Castilla”.
En el poema podemos encontrar una crítica a la religiosidad andaluza, especialmente por su devoción a los símbolos inmóviles (Como el Cristo en el madero). Así su queja:
¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
El poeta no se identifica con ese Cristo inmóvil, sino más bien por el Cristo que se mueve, el que anda y camina por el mundo, haciendo de sus acciones obras.
Así el poeta termina con una queja profunda:
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!