Tardó en llegar pero por fin las hermandades del Jueves Santo pudieron realizar completamente sus respectivas salidas procesionales. La más madrugadora fue la Congregación de la Vera Cruz, la cual abrió sus puertas cinco minutos más tarde de su hora prevista, fue entonces cuando el gran gentío que allí se agolpaba se fundían en aplausos por la decisión de la cofradía de salir a la calle.
Nubes pasajeras tapaban parte del cielo Jiennense, lo que no detuvo a esta real congregación que decidió proseguir su estación de penitencia. Jesús Preso hacía acto de presencia, se notaba el gran trabajo realizado por su cuadrilla de costaleras bajo el canasto, llevándolo con gran dulzura a los sones de la Agrupación Musical María Auxiliadora.
Tras él, la impresionante talla del Stmo Cristo de la Vera Cruz, “tumbado” para poder pasar por el dintel de la puerta de San Ildefonso aparecía en la plaza. Con un adorno floral elegante, el paso del crucificado más desnudo de la capital recorría las angostas calles bajo la atenta mirada de devotos, cofrades y curiosos.
María siempre tras su hijo iba en su ayuda. La virgen de los dolores aguardaba desde dentro del templo como los otros dos pasos salían a la calle. No sin dificultad su palio hacía lo mismo para reencontrarse de nuevo con Cristo ya muerto en la cruz.
Al fin el itinerario oficial pudo ser estrenado y, aunque más vale tarde que nunca, se vio la idea que la Agrupación de Cofradías tiene pensado a corto/medio plazo engalanando poco a poco el mismo.
que no cambien en la forma de andar de la virgen de los Dolores muchos ansiábamos verla como se merecía y para ser el primer año muy bien lleva