La Banda Sinfónica Ciudad de Jaén mostró su buen hacer en un concierto en el Nuevo Teatro Infanta Leonor en el que sus integrantes defendieron un variado repertorio que incluyó música española, ópera y bandas sonoras.

La agenda cultural de actos de la Feria y Fiestas de Junio en honor de la Virgen de la Capilla contó con un colofón de excepción, que puso la Banda Sinfónica Ciudad de Jaén con un concierto extraordinario en el Nuevo Teatro Infanta Leonor.

Francisco Javier Yera fue el encargado de llevar la batuta en una comparecencia que comenzó con la marcha andaluza La Giralda, de Eduardo López, una obra compuesta expresamente para la Exposición Internacional de París de 1889, en la que el autor intentó plasmar los sentimientos que experimentan los aficionados a los toros durante una corrida.

A continuación ofrecieron Himno y marcha triunfal de la ópera Aída, de Giuseppe Verdi, ambientada en el Egipto faraónico. Estaba previsto que la obra se estrenase durante la ceremonia de inauguración del Canal de Suez. Como no pudo completarse a tiempo, vio la luz el 24 de diciembre de 1871. Entonces llegó el momento de Suite hebraica, de Miguel González, en la que los intérpretes demostraron su calidad. Uno de los platos fuertes de la cita fue una selección de piezas pertenecientes a la banda sonora original de la película Braveheart, dirigida por Mel Gibson, que le supuso a su autor la nominación al Oscar en 1995. Para concluir hubo una nueva alusión a un gran título del séptimo arte. Una selección de partituras de West Side story, reconocida adaptación de la obra de teatro de William Shakespeare ambientada en Nueva York a mediados del siglo pasado y protagonizada por inmigrantes, que consiguió la estatuilla de mejor banda sonora original en 1961. Así, los intérpretes se despidieron de sus fieles seguidores.

Desde su creación en 2007, la Banda Sinfónica de Jaén se convirtió en un referente para toda la provincia y se hizo un hueco dentro del panorama cultural de la capital. Sus miembros muestran su talento en corridas de toros —fue el primer colectivo no municipal en encargarse de amenizar un festejo en la ciudad—, el Día de la Música y la primera edición del ciclo de actuaciones cofrades.