Engalanado como en las grandes ocasiones. Así esperaba el barrio de San Ildefonso a la Divina Pastora de las Almas, que volvió a despertar pasiones y vítores a su paso. Estrenando la talla del canasto del nuevo paso, la Pastora recorrió algunas de las calles del centro de la ciudad antes de adentrarse en su barrio donde le esperaba una gran petalada antes del regreso a la Basílica.
La Banda de Música María Santísima de la Esperanza, de Córdoba, puso los acordes al caminar de la Virgen con un repertorio alegre en el que sonaron algunas de las composiciones dedicadas a la Divina Pastora de Jaén.
Fotografías: Ricardo Armenteros