Seguramente sea la cuna de la propia cuna de la Semana Santa. La Basílica de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, de Sevilla, es ese lugar donde cualquier músico desea actuar, teniendo en cuenta que el silencio se apodera de él la gran parte del tiempo, especialmente, en la Madrugá más corta e intensa del cofrade. Y allí, al cobijo de la cuna, sonaron las marchas de la Banda de Música de la Sociedad Filarmónica de Jaén. Un acontecimiento que pone la guinda al X Aniversario, título del disco que también presentaron en un concierto histórico que fue del agrado de un público de oído fino y gusto demostrado.
La Esperanza de Triana (José López Farfán); La Amargura (Francisco Pastor Bueno); La Sangre y la Gloria (Alfonso Lozano Ruíz); Amargura de Nuestra Fe (Juan Manuel Velázquez); Subida al Calvario (David Hurtado); Nuestro Padre Jesús (Emilio Cebrián Ruíz); Santa María de la Amargura (Alfonso Lozano Ruíz), Jesús Despojado (Cristobal López Gándara), para finalizar con un bis, Ante el Gran Poder (Pedro Gámez Laserna), fueron las marchas que pusieron melodía al Señor de Sevilla, al que en la Madrugá camina en silencio para que solo se escuche su rachear.