Música y poesía transformadas en oración. La decimosexta edición de la exaltación del Corpus Christi de la ciudad de Jaén emocionó a los asistentes por su profundidad sobre el misterio de la Eucaristía. El sacerdote diocesano, Delegado de Catequesis y Doctor en Teología, D. José Antonio Sánchez Ortiz, fue el encargado de pregonar la solemnidad del Corpus Christi de Jaén. El acto se desarrolló en la Sacristía de la Catedral jiennense. Organizado por el Cabildo Catedral y la Cofradía de la Buena Muerte, el ahora párroco de Jamilena y Monte Lope Álvarez estuvo acompañado por sus familiares, amigos y feligreses, tanto de sus actuales comunidades parroquiales, como de otras por las que ha ido pasando en el desarrollo de su ministerio presbiteral. También estuvieron presentes miembros del Cabildo Catedral y hermanos en el sacerdocio y la Agrupación de Cofradías de la ciudad de Jaén representada por su Presidente.
El Vicario General y Deán de las Catedrales de Jaén y Baeza, D. Francisco Juan Martínez Rojas, fue el encargado de presentar al pregonero. El Deán esbozó un perfil personal y profesional del hoy sacerdote en el que se remontó a su infancia en Alcaudete y su vinculación, desde bien pequeño, “por las cosas de Dios”. Recordó sus años en el Seminario y como estudiante en Valencia, así como sus años de doctorando y su labor al frente de delegaciones diocesanas como la de Juventud.
Los acordes del himno de Nuestro Padre Jesús abrieron el pregón. Interpretados al piano por Antonio Jesús Liébana y a la flauta por Luz María Beltrán Cámara, rápidamente, introdujeron a los asistentes en un clima emotivo y profundo de amor a la Eucaristía.
El acto de exaltación del Corpus Christi fue narrado como si de una película se tratase, en la que el ponente fue capaz de convertirse en el tercer discípulo de Emaús y compartir con ellos, y con Cristo resucitado, el camino que separa Jerusalén de la aldea vecina. Además, tuvo la habilidad de introducir a los espectadores en ese particular viaje hacia Emaús. Poemas a la Eucaristía, que él mismo había compuesto, y la música en directo del piano y la flauta, llevaron a los asistentes a recorrer, junto al presbítero, momentos clave de la vida pública de Jesús.
D. José Antonio Sánchez Ortiz hizo palabra el significado de la Eucaristía: ese partir el pan en el que los discípulos reconocen a Jesús; el sentido que para su vida como sacerdote tiene el Sacramento del Altar, el acto de entrega de Cristo en la Última Cena, que da significado a todo su ministerio en la tierra… y todo lo expresó aunando profundidad teológica y distinción poética.
El autor fue capaz de concentrar, en un mismo pregón, el sentido último que para los cristianos tienen la Comunión y la Misión, en ese camino hacia Emaús, que impulsó, y sigue a a regresar, colmados de alegría, a Jerusalén para compartir la gran noticia de que Cristo vive.