Había mucha expectación de ver a la Estrella en un templo de la magnitud de la Merced. Ya pudo visitar su sede canónica con motivo de su coronación piadosa, pero entonces, distintas razones lo impidieron. Ha tenido que ser una pandemia lo que justifique este traslado para celebrar su Triduo. El aforo, al 30% de la Parroquia de la Merced, se quedó corto ante la respuesta de los cofrades y devotos que querían reencontrarse con María. En un lateral del Altar del templo se levantaba el altar efímero “edificado” por sus cofrades para la Virgen del barrio de la Alcantarilla. Desde allí irradiaba su luz a todo el templo.
Fotografías: José M. Anguita