Como el ancla a la que aferrarse en tiempos adversos la Virgen de la Esperanza devolvió su añorada visita a los enfermos del Complejo Hospitalario de Jaén durante su rosario vespertino celebrado este pasado fin de semana.
Después de tres años volvían los cofrades del Perdón a retomar está clásica cita del mes de las flores en un reencuentro con las calles que recogió el amor sembrado en la tarde del Miércoles Santo. La imagen fue portada en andas desde la Parroquia de Cristo Rey en un rosario itinerante que reunió a los fieles de la Esperanza en torno a la oración.
La Virgen, además, lucía regia el manto bordado que estrenase en los cultos del mes de diciembre, en un guiño más que acertado al color de su advocación. También tuvo su recibimiento en la calle San Antonio por parte de la corporación hermana del Silencio, con la que comparten sede canónica.
Sin duda una jornada clave para abrir el calendario de rosarios que aún están por venir en este mes de mayo y que dejarán el corazón de María en el de todos los que se acerquen a encontrarlo.