Con motivo de la festividad de la Sagrada Familia, la pastoral familiar de la parroquia de San Félix de Valois de Jaén organizó hace unos días, como todos los años, la tradicional fiesta de la Familia.
La Delegación de pastoral y vida de la diócesis de Jaén se ha sumado a esta celebración de la Sagrada Familia. El pasado viernes, 30 de diciembre, antes de la Eucaristía se celebraba el Rosario de la Familia en el que participaron jóvenes, matrimonios con sus hijos y emigrantes. A continuación, Belén López-Sidro, caracterizada como la Virgen María, interpretó un "Monólogo de María" en el que la Virgen muestra sus sentimientos en los distintos momentos de la vida de su Hijo Jesús. A continuación tuvo lugar la eucaristía presidida por el sacerdote jiennense D. Fernando Chica Arellano, jefe de la Sección Española de la Secretaría de Estado de la Santa Sede. Asimismo, la celebración estuvo concelebrada por el párroco de San Félix, D. Santos Mariano Lorente, el Delegado Episcopal de Familia y Vida, D. Francisco de la Torre, el Vicario de Pastoral, D. Francisco Rosales, el Delegado Episcopal de Cofradías y Hermandades, D. José López Chica y el sacerdote adscrito a la parroquia D. Antonio Román.
Durante su homilía, D. Fernando Chica quiso destacar las características fundamentales de la familia, englobadas en la propia palabra. “Familia: F de fe. A de alegría. M de misericordia. I de intrepidez, porque hacen falta familias valientes. L de familias laboriosas. I de ilusión. A de austeridad, porque necesitamos familias austeras, hoy más que nunca”. D. Fernando también afirmo: “Vamos a pedir al Señor por todas las familias del Santo Reino, sobre todo, y en particular, por las que están pasando por duras pruebas, las que se encuentran en momentos de dificultad, de angustia, de enfermedad, o porque han perdido el trabajo o porque tienen lejos a sus seres queridos, o porque pasan por momentos de incomprensión…Todas las penas de las familias cristianas de Jaén, todas sus lágrimas las vamos a poner en el altar y las vamos a levantar y llevar hasta el corazón de Dios, para que el Señor purifique nuestros egoísmos, robustezca nuestras manos, aliente nuestros días y dé un sentido cristiano a estas fiestas que estamos celebrando y a toda nuestra vida”.
Al finalizar la Eucaristía se dio lectura a la Bendición Papal a las familias en la que se afirma: “La sociedad necesita familias que aprendan a afrontar la vida con la misma fortaleza y unión de Jesús, José y María en el hogar de Nazaret. Como prenda de numerosas gracias celestiales y, a la misma vez, que invoca la protección de María Santísima, en la advocación de Nuestra Señora de la Capilla, y la poderosa intersección del beato Manuel Lozano Garrido, laico jiennense que iluminó a cuantos lo conocieron con la alegría y la reciedumbre de su fe, el Sumo Pontífice les imparte, con afecto, la implorada Bendición Apostólica”.