La Exaltación de la Cruz ha servido para levantar mucho más que emociones en la parroquia de Cristo Rey. El árbol de la vida en el que Cristo Muere para vivir, se inclina ante el Altar Mayor para estar cerca de unos hijos que en el Silencio de una jornada que despide el verano, se postran ante sus pies traspasados por los clavos del pecado.
La Hermandad del Silencio celebró la Festividad del Santísimo Cristo de la Humildad presentando a su Grupo Joven tras una Eucaristía que sirvió para dar inicio al curso cofrade y para dejar estampas espectaculares del pequeño crucificado del Martes Santo.
Fotografías: Manuel J. Quesada Titos