Cáritas Diocesana de Jaén ha celebrado una de las actividades más importantes que desarrolla a lo largo del año: la asamblea general. Este encuentro trató el tema de la espiritualidad en la acción caritativa y social, como motor de la misión evangelizadora de la Iglesia diocesana, y tuvo lugar en el Seminario Diocesano, presidido por el Sr. Obispo, D. Ramón del Hoyo.
Tras la oración, D. Ramón de Hoyo hizo hincapié en la caridad como esencia de la Iglesia: “para la Iglesia, la caridad no es una especie de actividad asistencial, social, que pudiera dejarse para otros: pertenece a su misma naturaleza y es manifestación irrenunciable de su propia esencia, como nos dice el Papa en “Deus caritas est”.
“Bajo el lema “Caridad y fe” quieren reflexionar hoy sobre la espiritualidad en la acción caritativa y social, como motor de la misión evangelizadora de la Iglesia diocesana. Era lógico este acertado propósito en el año de la fe. Además, se encuentra perfectamente enmarcado en nuestro Plan Pastoral Diocesano, donde dice para este año a la Delegación de Cáritas tres puntos fundamentales: fortalecimiento de la idea de que la caridad es fruto de la fe, puesta en marcha del plan de formación de voluntariado de Cáritas, y atención especial a la familia inmigrante en la integración social y en la comunión eclesial“, continuaba D. Ramón.
Por su parte, D. Juan Raya, Vicario Episcopal de Caridad, aseguraba que “fortalecer la espiritualidad en este momento, es fortalecer nuestra fe y fortalecer, también, nuestra acción. Es fortalecer y enraizar nuestra acción caritativa y social”.
D. Vicente Altaba Gargallo, Delegado Episcopal para Cáritas Española, fue el encargado de impartir la ponencia central del encuentro con el título: “La espiritualidad que nos anima en la acción caritativa y social”.
Así, el ponente presentaba una relación de rasgos distintivos de la acción caritativa y social de la Iglesia, que se traducen en motivaciones, actitudes, estilos y sentido de todo cuanto hacemos por los demás. “Espiritualidad en castellano viene de espíritu. Y el Espíritu es el que nos anima, es el que nos da la fuerza, es el que nos abre horizontes en nuestra acción caritativa y social. Por tanto, hablar de espiritualidad, no es hablar de un añadido, es hablar, precisamente de aquello que anima, alienta, da fuerza, energía y sentido a la acción caritativa y social”, afirmaba.
La mañana continuaba con el debate en diversos grupos de trabajo sobre las directrices y criterios fundamentales de la ponencia y la puesta en común. Finalmente, el encuentro culminaba con una comida fraternal.