Sábado soleado el que amaneció en la ciudad de Jaén este 25 de noviembre para celebrar el día de Santa Catalina de Alejandría, Patrona de Jaén. Circunstancias que contribuyeron a que cientos de personas subieran al cerro del castillo para celebrar la romería y comer las tradicionales sardinas en un día de campo otoñal.
La procesión iniciaba el ascenso desde la Parroquia de la Inmaculada y San Pedro Pascual desde temprano, arropada por muchos fieles y acompañada por la Banda Municipal de Jaén. Sobre unas andas muy mejoradas, sobre las que llamaron la atención los candelabros en las esquinas, Santa Catalina de Alejandría era portada por cofrades y devotos para devolverla a su fortaleza.
Ya en el patio de armas del castillo, el Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez, presidió la celebración de la Misa, en la que concelebraron el párroco in solidum de La Inmaculada y San Pedro Pascual, D. Raúl Contreras, y el secretario particular del Obispo, D. Francisco Javier Cova. Asistieron, además, el alcalde de la ciudad, Agustín González, y otros miembros de la Corporación Municipal; el presidente de la Agrupación de Cofradías de Jaén, Francisco Sierra; y representantes de otras cofradías de la ciudad.
En su homilía, Monseñor Chico Martínez subrayó que Santa Catalina fue una mujer buscadora de la verdad y firme en la fe. “En la vida de Santa Catalina vemos un ejemplo inspirador de cómo la búsqueda de la verdad intelectual y la búsqueda de la verdad espiritual no son caminos divergentes, sino complementarios. En su corazón y mente, integró la sabiduría del mundo con la sabiduría trascendente, reconociendo que toda verdad auténtica proviene de Dios”. En este sentido afirmó que esta mártir nos enseña que “vale la pena buscar la verdad, una verdad que no es una doctrina ni una enseñanza moral como dice Benedicto XVI, sino una persona, Cristo, y una vez encontrada esta verdad dar testimonio valiente de ella, vivir y morir, si es necesario, por ella”. Para añadir: “Nuestra patrona nos enseña a vivir hoy la valentía y la firmeza en la fe. En un momento en el que cristianismo era objeto de persecuciones, ella no dudó en defender su fe ante el emperador romano. Su coraje y convicción en la verdad del Evangelio nos empuja a ser testigos intrépidos de nuestra fe, en un mundo hostil hacia los valores cristianos”.
A continuación, el Prelado jiennense afirmó que los mártires nos enseñan a caminar por esta vida como “cristianos coherentes y decididos. A no mirar sólo a ras de tierra a lo material y caduco, sino a elevar nuestra mirada a lo trascendente, a lo que permanece”. “Sabemos que la acción de la Iglesia sólo es creíble y eficaz en la medida en que, quienes formamos parte de ella, estemos dispuestos a ser plenamente fieles a Jesucristo, en cualquier circunstancia de la vida”. Para concluir, el Obispo recordó, que Santa Catalina como patrona de Jaén, es también su intercesora, por lo que animó a pedir su intercesión por la ciudad. Y culminó: “Que Santa Catalina nos ayude a cada uno de nosotros a buscar la verdad con pasión, a defender nuestra fe con valentía y a vivir de tal manera que seamos luz de Cristo en medio de las tinieblas de este mundo”.
Fotografías: Ricardo Armenteros
Fotografías: Obispado de Jaén