Habían pasado tres años desde la última vez que Nuestra Señora de la Capilla paseó por su ciudad en su Magna Procesión, pero parecía que fue ayer. El cariño y la ilusión con la que los jiennenses esperaron y recibieron a su Madre fueron como siempre, como si el tiempo se hubiera detenido para volver a avanzar el día del reencuentro.
En una tarde de calor asfixiante y después de vivir con intensidad la Misa de Cabildos y la ofrenda floral, puntuales se abrieron las puertas de San Ildefonso para iniciar su discurrir un largo cortejo profesional en el que no faltó nadie. Estaban las cofradías de Jaén, alguna cofradía patronal de la provincia, como la de la Virgen de Cuadros de Bedmar, representantes militares y la corporación municipal casi al completo para acompañar a la Alcaldesa Perpetua. Con respecto al acompañamiento musical, en el frente de procesión sonaba la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Piedad en su Presentación al Pueblo, La Estrella, y tras el trono de la Virgen de la Capilla, la Banda de Música de Nuestra Señora de la Amargura.
A lo largo de la tarde noche se vivieron momentos emocionantes, como el transitar por Almenas o la petalada en Bernabé Soriano, antes de una recogida emotiva en una plaza de San Ildefonso a rebosar de fieles.