Este 11 de junio de 2020 ha sido diferente. El barrio de San Ildefonso no ha despertado con el nerviosismo del reencuentro, los chirris y las pastiras han tenido una presencia testimonial y las piedras de la Basílica no se han vestido con las flores del pueblo. Aunque la nostalgia se ha apoderado de la ciudad cuando al caer la tarde el silencio se apoderaba de unas calles del centro en las que solo las terrazas de algunos bares aportaban el toque festivo a una jornada en la que Jaén rememora el descenso de la Virgen María de la Capilla.
La pandemia de la Covid-19 ha impedido la celebración de los actos y cultos más masivos de la festividad de la Patrona de Jaén, pero la desescalada ha permitido cumplir con alguno de los ritos que la tradición marca para este día. El más destacado, la Misa Votiva de Cabildos, que ha sido oficiada por el Obispo de Jaén, Amadeo Rodríguez Magro, y donde han estado representados el Cabildo de la Catedral de Jaén, con el deán de la Catedral, Francisco Juan Martínez Rojas, y el Cabildo Municipal, con el alcalde, Julio Millán.
Representantes de la sociedad jiennense se han dado cita en San lldefonso para rezar junto a Nuestra Señora de la Capilla, que ha recibido la ofrenda floral del Ayuntamiento de Jaén, la Agrupación de Cofradías de Jaén y la Asociación Lola Torres en nombre de todos los vecinos y vecinas de Jaén, dado que la ofrenda floral tradicional se ha visto alterada este año, al igual que otras actividades lúdicas y culturales debido a las restricciones derivadas de la pandemia. Finalmente, en la plaza de San Ildefonso la Banda Municipal de Música ha interpretado algunas partituras, entre ellas la del himno de Jaén. Una vez concluida la celebración, se han abierto las puertas del templo para que el pueblo jiennense pudiera visitar a Nuestra Señora de la Capilla.