Jaén, sumida en una profunda sequía que afectaba al campo, primera fuente de riqueza de esta tierra, quiso poner en manos del Nazareno de los descalzos, como lo había hecho otras veces lo largo de la historia, la lluvia. El Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez, convocó una procesión de rogativas con la imagen de Nuestro Padre Jesús el pasado 1 de mayo de 2023. Una manifestación pública de fe que congregó a millares de jiennenses llegados desde todos los puntos de la geografía provincial a rogar, “al Abuelo” de Jaén su intercesión para que Jaén y sus campos fueran colmados de la tan necesitada agua.
Y el agua llegó, pocos días después de salir de manera extraordinaria Nuestro Padre Jesús. Una lluvia que ha estado presente de manera continua en el último año, que ha aliviado en parte la sequía y que ha regado los campos y aumentado los pantanos. Hoy era día de dar las gracias. En la solemnidad de la Santísima Trinidad, el pueblo de Jaén ha acudido hasta el Santuario Camarín de Jesús como agradecimiento. Han querido participar, también, de la Misa de acción de gracias, autoridades locales, como el primer teniente de alcalde, D. Manuel Carlos Vallejo y la Concejal de Urbanismo, María del Carmen Colmenero; así como la Policía Local o la Agrupación de Cofradías de la ciudad de Jaén.
La celebración ha sido presidida por el Prelado del Santo Reino y concelebrada por varios sacerdotes, entre otros, el Rector del Camarín y Provicario General, D. José Antonio Sánchez Ortiz, quien ha proclamado el Evangelio. El coro litúrgico Santa Cecilia de Granada ha solemnizado la celebración, en la que las lecturas han estado participadas por miembros de la Cofradía de Jesús.
Las primeras palabras del Obispo en su predicación han estado dirigidas a la solemnidad que hoy se celebra, la Santísima Trinidad y la Jornada Pro Orantibus, dedicada a la Vida Contemplativa. “Este domingo nos hace elevar los ojos hacia Dios, para contemplar y adorar, con actitud gozosa y agradecida, lo que nos ha sido revelado de la vida de Dios. Luego, es un domingo para introducirnos amorosamente, desde nuestra realidad cristiana, en la realidad de nuestro Dios: que confesamos como “ÚNICO”… “Creo en un solo Dios”; y que reconocemos igualmente como “DIOS TRINO”… “Padre, Hijo y Espíritu Santo””, ha expresado el Obispo. Para después, referirse a la acción de gracias que hoy había convocado a los jiennenses: “los jiennenses, arraigados a una tierra fecunda por la fe que hemos recibido, sabemos de Quien fiarnos, sabemos a qué puerta llamar ante una necesidad, particular o general.
Desde hace más de 430 años las súplicas a Dios, en Jaén, llevan el nombre de Nuestro Padre Jesús Nazareno, del Abuelo”, decía Monseñor Chico Martínez. Para añadir, “Jaén elevó su mirada al cielo y su súplica al Dios Trino. Lo hizo a través de la intercesión de su Señor más querido, más venerado, Nuestro Padre Jesús Nazareno. Y El Señor nos concedió el don de la lluvia. ¡El agua regresó a esta tierra! Una vez más vimos cumplidas las palabras de Jesús en el Evangelio, que nos dice: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. “Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” Del mismo modo, el Obispo de Jaén ha querido subrayar el agradecimiento para con Dios a través de la devoción centenaria de “el Abuelo”, que nunca falla a los hijos de Jaén: “Hoy regresamos hasta su casa, con agradecimiento, sabiéndonos una vez más, como tantas a lo largo de la historia de esta venerada imagen, que Jesús de los Descalzos es el Padre de Jaén y cuida y protege a sus hijos y atiende siempre a las súplicas de quienes con devoción se acercan a sus plantas”. Para finalizar su homilía, Don Sebastián ha querido tener presente a las y los contemplativos, en su día. “Ellos oran por toda la Iglesia y por el mundo entero. Ellos alaban a Dios por todos nosotros, unidos a la oración de N.S. Jesucristo, de la Virgen María y de los Santos. Con ellos queremos y podemos ser la Iglesia orante y amorosa que vive junto a Dios bendiciendo su nombre y recibiendo los dones de vida y de esperanza que brotan sin cesar de ese corazón vivo de Dios que es el Espíritu Santo”.
Al finalizar la celebración, se ha interpretado la marcha de Cebrián, que ha resonado con fuerza y con fe en la que es su casa, el Camarín, lugar de súplicas y agradecimientos de la fe de un pueblo. El Obispo, delante de la imagen venerada de Jesús ha hecho una oración en nombre de todos los jiennenses.