Un pregón auténtico. Así podría definirse el mensaje y el carácter del pregón del Tiempo de Gloria de Jaén de 2018 a cargo de Antonio Quesada Jiménez. Este rociero, hermano también de la Estrella, abrió su corazón mariano y sobrevoló, junto a una paloma, las peculiaridades e idiosincrasia de las trece hermandades que conforman este tiempo de alegría. Precisamente fue así, alegre y desenfadado, el repaso que Antonio Quesada hizo anunciando la Resurrección de un Cristo que vuelve a estar en la Cruz en las advocaciones de Charcales, Chircales y Perdón de la Asomada, que se hace Pan de Vida en la Sacramental de San Ildefonso, Pastorcillo Divino, y que regresa al regazo de la Madre del Carmen, Cabeza, Rosario, Rocío, Blanca y Capilla.
Los coros de la Hermandad de la Estrella y del Rocío pusieron la música en momentos puntuales del relato de un pregonero que finalizó con ambos coros en el escenario cantando la Salve Rociera. Un escenario del Teatro Darymelia que lució como nunca antes en un pregón de Gloria, con una decoración exquisita que dio esplendor a un acto deslucido antaño y que en este 2018 llenó las butacas del espacio escénico donde se rezó y cantó el Amor a la Madre de Dios.