Por fin llegó lo que todos los cofrades de Jaén estaban pidiendo. A través de un comunicado, el Obispado daba su autorización a que los desfiles procesionales se realicen como de costumbre, siempre y cuando se atengan a las normas sanitarias vigentes en cada momento. Han tenido que pasar 5 meses y medio para que en la Diócesis de Jaén se permita lo que en el resto de Andalucía, pero como dice aquel, bien está lo que bien acaba, y todo apunta a que la Semana Santa de este 2022 será muy parecida a la de 2019.
De momento, las cuadrillas de costaleros ya saben lo que es cargar kilos con una mascarilla puesta, y la precuaresma nos deja las primeras presentaciones de carteles y publicaciones que hacen más llevadera la espera. Hasta conocemos ya los itinerarios que las cofradías harán en su reencuentro con la ciudad que no tengo muy claro si las echa de menos.
Seguramente este sea el reto de las hermandades en estas próximas semanas: encender la chispa de la ilusión. Primero a cofrades y devotos, para que vuelvan a ser partícipes, vistan la túnica nazarena o la mantilla negra, y cumplan así sueños o promesas.
Pero también es preciso despertar el deseo de los jiennenses por encontrarse con sus tradiciones, recuperar la expectación de una ciudad adormecida que bulle en primavera cuando la luna se asoma en la noche, cuando las flores rompen en belleza. Las cofradías te invitan al reencuentro. Solo quieren que estés en la acera.