Ya es conocido por todo el mundo cofrade de Jaén que la Vocalía de Pasión de la Agrupación de Cofradías ha suprimido, por mayoría, el acto ritual tradicional de “Pedir la Venia”. Sobre este tema, me gustaría compartir una reflexión, partiendo de la base de un profundo respeto a las decisiones de las cofradías.

No sé exactamente cuando ni porqué comenzó a practicarse esta costumbre, pero siendo yo muy pequeño, y de eso hace años, ya se hacía. Solía subir el entonces llamado Gobernador de la Cofradía escoltado por dos varas a “pedir la venia”. Reconozco que durante unos años se adoptó la fea costumbre de que el Gobernador se quedaba en la tribuna a ver pasar su procesión, y luego se volvía a incorporar.

Lo de subir el Gobernador y dos varas se mantuvo durante mucho tiempo, pero de pronto las cofradías empezaron a “engrandecer” el cortejo, añadiendo al mismo más varas, guiones y/o banderas, libro de Estatutos, faroles, ciriales y hasta bocinas. Es cierto que montar esta comitiva, suponía desubicar de su puesto  muchas personas y enseres. Otro tema que también entorpece la actividad es la distancia que han de recorrer ciertos Hermanos Mayores al situar la presidencia de la Hermandad, no ante el titular, sino ante el paso de palio.

Con estas premisas, se me ocurre reflexionar que la cosa se podía haber quedado en uno de los muchos términos medios que pueden proponerse, porque se ha pasado de pedir una venia obligatoria con gran número de personas y enseres, a nada.

Se podía haber dado libertad a las Hermandades para que pidieran la venia o no, según su propio criterio de nuestra identidad.

Se podía haber acordado que la venia la pidieran, como anteriormente, tres personas.

Se podría haber acordado que el Hermano Mayor delegara en algún miembro de su Junta que fuese en cabeza de procesión para este acto.

En definitiva, se podría haber buscado un término medio que a mi en este momento no se me ocurra, en vez de movernos entre el sí total y en no absoluto. Es lo de siempre: o blanco o negro.

Ya sé que la Cofradía ha de pasar por un palquillo de horas, pero creo que, aunque eso también es necesario, es más nuestro la petición de venia.

Por otro lado, sí permanece el hecho de que una Hermandad “reciba” a otra en la tribuna, la que antes concediera, en nombre de la Agrupación, la venia de paso.  Allí estarán ahora cinco miembros de una Hermandad, pero no alcanzo a entender su cometido. Al no tener función alguna, también la tribuna está de más.

Pensemos en cómo hay que hacer las cosas para adaptarnos a los tiempo manteniendo nuestra identidad y nuestras costumbres. Creo que esta es una misión de todos los cofrades y que muchos tendrán su propia idea de cómo hacerlo.

Inocente Cuesta