El Señor de la Sentencia conquista oraciones y corazones

Dicen los psicólogos que la primera impresión es el momento en que una persona se encuentra con otra y forma un concepto de esa persona. Suelen bastar 30 segundos para que emitamos un primer juicio, para que nos atrevamos a dictar sentencia. Lo normal que es esta primera impresión no coincida con la que cualquier otro tenga de la misma persona. Sin embargo, lo ocurrido este fin de semana en Jaén con la llegada y bendición de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia rompe con todas estas teorías. Los cofrades de Jaén han emitido en las redes sociales, foro del siglo XXI, su sentencia a la obra que el imaginero sevillano Darío Fernández ha realizado para la capital del Santo Reino. Y el mensaje es unánime: Nuestro Padre Jesús de la Sentencia no solo ha gustado, sino que ha cautivado y conquistado oraciones y corazones con solo verlo en fotografías.

El coronavirus ha impedido que su presentación haya sido como la de otras Imágenes bendecidas recientemente para enriquecer y engrandecer nuestra Semana Santa. La Eucaristía y acto de bendición se tuvo que limitar a los hermanos del Grupo Parroquial de Culto Sentencia y Encarnación, quienes estuvieron acompañados por las dos hermandades padrinas de bendición, la Estrella de Jaén, que regaló unas potencias de plata para el Señor, y la Agrupación Parroquial San Francisco de Asís, de Martos. La Parroquia de San Eufrasio, escenario acostumbrado al “bautizo” de imágenes cofrades y semillero de cofradías, antes pasaron la Estrella, la Santa Cena, Caridad y Salud o la Sagrada Lanzada, se convirtió en un hervidero de cofrades en la jornada siguiente a la bendición, de puertas abiertas para venerar y conocer a Nuestro Padre Jesús de la Sentencia. En la oscuridad del templo, Jesús recibía a los curiosos que ya habían quedado prendidos en la primera impresión. Con el calor de la cercanía, todo estaba dispuesto para observar los detalles de una obra maestra de la imaginería cofrade. Barroco sin estridencias, para acompañar el gesto de humildad y resignación de Cristo, quien desnudo, se agarra a la caña de un poder eterno y divino. Su cuerpo refleja los signos de una tortura que se desgarra en la espalda, semicubierta por una clámide de Rey de Reyes.

El paso de los días, la cotidianeidad y los encuentros en el templo permitirán conocerlo más y mejor, ganar confianza, pero no cabe duda de que la primera impresión de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia ha sido tan buena que su luz ha despertado ilusión y esperanza en el inicio de este atípico curso de la pandemia.

 

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