El riesgo de lluvia deja al Silencio sin Martes Santo

Aciaga tarde de Martes Santo en la capital Jiennense. Finalmente los pronósticos meteorológicos pudieron con la ilusión de los cofrades de la hermandad del Silencio que veían como se quedaban en casa ante el riesgo de lluvia. Riesgo que sobrevuela la ciudad desde la pasada semana y que no quiere abandonar Jaén.

Hermanos de luz, costaleros, cofrades y devotos en general se daban cita horas antes de la salida procesional de la cofradía más solemne y sobrecogedora de la capital. Poco a poco fueron pasando los minutos y mientras tanto se desarrollaba la misa en el interior del templo parroquial de Cristo Rey. Tras la misma, los nervios afloraban a la espera de una decisión por parte de la Junta de Gobierno. Fue minutos antes de la salida, cuando D. Manuel J. Gordo, hermano mayor, se dirigía a los allí presentes desde el altar mayor para anunciar la decisión adoptada e irrevocable. Una información que era responsable pero dolorosa. Se suspendía definitivamente la estación de penitencia de 2013 ante el alto riesgo de lluvia durante el cortejo.
Las personas allí congregadas asumieron la decisión con entereza. Poco después se rezó el Santo Vía Crucis por las naves de la parroquia, dejando las puertas abiertas para que los curiosos que aguardaban en el exterior pudieran entrar y ver tanto enseres como el propio paso procesional.
Desde ya se trabaja en la próxima estación de penitencia y en los diferentes eventos que se tienen programados por la cofradía en el presente año.
Elecciones

En la jornada de ayer, la cofradía incurría en la jornada definitiva del proceso electoral abierto allá por el mes de enero. Tras los pasos oportunos, los cofrades se dieron cita en los salones parroquiales para hacer efectivo su voto. 
Solamente se presentó una sola candidatura. La misma está encabezada por su actual hermano mayor, D. Manuel J. Gordo Ruiz; D. José Alberto Carrasco Solís y, D. Antonio Mesa Jiménez, como Vice-hermano Mayor y Administrador respectivamente. Ahora solo falta la ratificación oficial por parte del Obispado.
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