Con la segunda ola de la pandemia azotando nuestro país, las cofradías comienzan a vestir a María Santísima de luto de cara al mes de noviembre en el que se recuerda de forma especial a los fieles difuntos. Por eso, en este año marcado por la presencia cercana y diaria de la muerte, el personal sanitario que lucha en primera línea frente al coronavirus ha sido reconocido por la sociedad de muy diversas maneras. Aquellos aplausos desde los balcones durante el confinamiento, o el Premio Princesa de Asturias, son solo dos ejemplos de un agradecimiento masivo que la Hermandad de Caridad y Salud quiere hacer presente en el corazón de María. Por eso, la Virgen de la Salud luce en su pecho el escudo del Colegio de Enfermería de Jaén, padrinos de su bendición.
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