La Hermandad del Cautivo ha presentado el diseño del que será el llamador del paso de Nuestro Divino Redentor Jesús Cautivo, obra del orfebre granadino Alberto Quirós. La propia cofradía ha explicado el simbolismo de esta pieza que toma como base el Evangelio de San Marcos.
“En parte del título de nuestra Hermandad se define el pasaje del Evangelio que se representa en el paso de misterio de Nuestro Divino Redentor Jesús Cautivo en el abandono de sus discípulos, y así vemos a Jesús Cautivo en su paso procesional, abandonado por todos, solo. La escena pertenece al evangelio de San Marcos y por ello se ha querido representar en el llamador del paso al narrador de dicho pasaje con el símbolo que lo representa. Como al resto de evangelistas, la tradición de la Iglesia ha caracterizado a San Marcos con un símbolo tomado de un pasaje del libro del Apocalipsis. Escrito por el apóstol San Juan: “El primer Ser Viviente se parece a un león. El segundo a un toro. El tercero, tiene un rostro como de hombre. Y el cuarto es como un águila en vuelo” (Apocalipsis 4,7).
El símbolo de san Marcos es el león al que se le han añadido alas representando elevación espiritual. La figura del león parece ser una alusión a la forma en la que Marcos empieza la narración de su evangelio. En primer lugar, el relato nos presenta a San Juan el Bautista, “la voz que grita en el desierto”, expresión que evoca el rugido del león, animal que habita el lugar donde acontecen los hechos. En segundo lugar, el desierto aludido que rodea al Jordán, es lugar en el que abundan las bestias y cuyo señor es el león. El desierto, en general, compone el paisaje de fondo que rodea la vida y dichos de Jesús en su paso por la tierra.
San Marcos es una de las figuras más importantes del cristianismo y está envuelto en un aura de misterio. Su vida se conoce principalmente a través de los Hechos de los Apóstoles, donde es citado como Juan Marcos, y las cartas de los santos Pedro y Pablo. “Juan” podría haber sido su nombre hebreo, mientras que “Marcos” era su nombre romano.
Nació en Cirenaica, en la actual Libia, bajo el dominio romano. Después de la muerte de su padre, se trasladó a Jerusalén con su madre María, cuya casa es frecuentemente identificada como el lugar de la Última Cena y el refugio de Pedro después de su fuga de la prisión. De joven, Marcos podría haber sido testigo del arresto de Jesús. Algunos estudiosos sugieren que él fue el joven cubierto solo por una sábana que huyó desnudo durante el arresto.
Marcos comenzó sus viajes misioneros con Bernabé, su primo, y Pablo en su primer viaje a Chipre. Sin embargo, en Perge de Panfilia, regresó a Jerusalén, causando la desaprobación de Pablo. Posteriormente, Bernabé lo llevó consigo a Chipre, mientras que Pablo eligió otro compañero. A pesar de estos desacuerdos iniciales, Marcos se convirtió en un valioso colaborador para Pablo durante su encarcelamiento, como se evidencia en las cartas paulinas.
Marcos estaba muy unido al apóstol Pedro, quien lo llamaba cariñosamente “Marcos, mi hijo”. Como testigo de la predicación de Pedro en Roma, Marcos podría haber escrito su Evangelio por invitación del mismo Pedro, basándose directamente en sus palabras. San Marcos es hoy patrón de los notarios, escribanos, vidrieros y ópticos.
El Evangelio de San Marcos es una obra fundamental que, a pesar de su brevedad, ha tenido un enorme impacto en la historia del Cristianismo. Con su estilo directo y vivaz, Marcos relata los eventos de la vida de Jesús de manera concisa, concentrándose en los milagros, las parábolas y las enseñanzas de Jesús.
Según la tradición, San Marcos fue consagrado obispo y enviado a Alejandría de Egipto, donde fundó la primera Iglesia en África. Dedicó su vida a la difusión del Evangelio y al fortalecimiento de la comunidad cristiana local. Después de años de ministerio, sufrió el martirio por su fe. Fue arrastrado por las calles de la ciudad y sometido a terribles torturas, pero mantuvo el coraje y la fe hasta el final, muriendo el 25 de abril del año 68. Este supremo acto de martirio aumentó aún más su estatus de santo y la veneración que se le tributa.
En el año 828, dos mercaderes venecianos trasladaron las reliquias de San Marcos desde Alejandría de Egipto a Venecia, donde fueron recibidas con gran entusiasmo. Para custodiarlas, se edificó la Basílica de San Marcos, reconstruida luego en 1063. San Marcos se convirtió en el Santo Patrón de Venecia”.
