El grabado de portada del Misal Romano del Papa Urbano VIII de 1669 que se conserva en la Biblioteca de la Catedral de Jaén ilustra el cartel del Corpus Christi de 2014. El Deán de la S.I. Catedral y Presidente de la Comisión Organizadora del Corpus, Ilmo. Sr. D. Francisco Juan Martínez Rojas, presentaba el cartel “Corpus Christi 2014” en la Sala Capitular acompañado por el Hermano Mayor de la Hermandad Sacramental de la Buena Muerte y del Presidente de la Agrupación de cofradías.
Según explicó Martínez Rojas, se trata de una iconografía “muy del gusto de la contrarreforma postridentina, como evidencian las figuras de San Pedro y San Pablo. La custodia, que alberga la Eucaristía, descansa sobre un pequeño montículo, e irradia su fuerza sobrenatural a través de unas potencias mixtas, rectas y curvas. La custodia no es plenamente barroca. No presenta todavía el viril clásico que conocemos, sino el vidrio o vaso eucarístico donde está depositada la Sagrada Forma. La custodia es adorada extáticamente por un grupo de ángeles. Dos de ellos sostienen sendos turíbulos, mientras 3 angelitos adoran a la Sagrada Forma, y otros 6 querubines la contemplan extasiados. Los ángeles dorando la Eucaristía fue composición de gran predicamento iconográfico. La representación de los ángeles niños fueron bastantes limitadas durante el medievo, y conocieron un desarrollo espectacular durante la edad moderna, y especialmente en el período postridentino. La iconografía de la Adoración de la Eucaristía suele mostrar dos variantes. En una figuran los ángeles rodeando la custodia, y en otra se incluyen además a los Padres de la Iglesia y algunos defensores del misterio de la Eucaristía, como Santo Tomás y San Buenaventura”.
En su exposición, el Deán explicó que el grabado está inspirado en el inicio de la Carta a los Hebreos. Así mismo ilustró el inicio de su presentación con el Magisterio de Benedicto XVI y lo finalizó con el de S.S. Francisco animando a todos los asistentes y fieles en general a vivir esta Solemnidad del Misterio Eucarístico permitiendo que, el mismo Cristo que sale a las calles, entre en nuestras vidas.