Sabemos que la semana santa andaluza tiene unas características propias por lo que a su patrimonio artístico se refiere que las distinguen de la semana santa del resto de España y muy especialmente de la semana santa castellana que destaca por su sobriedad. Así en una tierra como la nuestra donde sobresale un hondo sentimiento que sin duda se refleja en nuestra imaginería con rasgos de pasión e intensidad también encontramos signos de la semana santa castellana.

Y es por ello por lo que analizamos una de estas obras castellanas por antonomasia que pasean por nuestras calles, en este caso nos referimos al “Descendido” que procesiona el Miércoles santo en el seno de la Cofradía de la Buena Muerte.

La peculiaridad de esta obra no solo se debe como hemos dicho a su carácter castellano sino que adentrándonos más en su estudio vemos que su autor no solo legó esta escena para Jaén, sino que destacó por la especial atención que presto al descendimiento de Cristo de la Cruz.

Este autor al que nos referimos se llama Víctor de los Ríos. Nacido en 1909 de origen es santanderino pero formado en Madrid. Este escultor va a estar ligado a nuestra provincia para la cual realizó varios trabajos, especialmente destaca su aportación para la vecina cuidad de Linares, para la que realizó el monumento al Minero.

Pero lo que queremos resaltar de este imaginero es como hemos dicho su preocupación con el descendimiento ya que no solo talló este misterio para Jaén sino que lo hizo en tres ocasiones más, en concreto para Linares, León y Santander.

Pese a que la primera impresión que nos pueda aparecer es la de un imaginero que copiaba sus propias obras hemos de decir que esta idea no es cierta. Como hemos dicho realizo el descendimiento para León (1945), Santander (1950), Linares (1956) y Jaén (1960).

En estos cuatro misterios vemos sin duda alguna su marcado estilo castellano, pero si analizamos en profundidad estas obras vemos que todas son diferentes, cada una de ellas tiene un elemento que no tiene la anterior.

Así por ejemplo en nuestro caso el descendimiento de Jaén destaca que Nicodemo esta en posición de descender de la escalera mirando la escena y Cristo muero totalmente descendido de al cruz de rollizo esperando ser entregado a la santísima Virgen.

Debido a este estilo castellano todas las tallas son de cuerpo entero y no de vestir, realizadas en madera de buena calidad. Pero también es preciso destacar la policromía de estas tallas, encontramos como rasgos característicos en los cuatro pasos una policromía con colores intensos y apagados que vienen a estar en consonancia con la idea del autor de transmitir al pueblo la intensidad del dolor del momento.

Para concluir decir que este imaginero castellano falleció en el año 1996 a los 87 años de edad dejando un importante legado principalmente para la semana santa leonesa pero como no para la jienense gracias a un Descendido “único” por la devoción que profesa.

Es una obra de nuestro colaborador: Pedro Jesús Cuadros.