Cristo eucaristía, el pan vivo que ha bajado del cielo, se encontró con su pueblo en el Corpus Christi. Una jornada soleada que echó a Jaén a las calles para celebrar el día del Señor, y en la que como es tradición, los niños y niñas que este año han recibido la primera Comunión tuvieron un protagonismo especial.
La Eucaristía daba comienzo en la Catedral a las 10 de la mañana, presidida por el Obispo de Jaén, Monseñor Chico Martínez y concelebrada por el presbiterio de la ciudad. Los miembros de Cáritas Jaén y voluntarios; seminaristas; la Agrupación de Cofradías; la Universidad de Jaén participaron la celebración. Del mismo modo, el alcalde de la ciudad, Agustín González junto a la Corporación Municipal y autoridades militares, como el Subdelegado de Defensa, el Teniente Coronel de la Guardia Civil, el Comisario Jefe de la Policía Nacional, el Jefe de la Policía Local, entre otros, quisieron, también, estar presentes.
El alcalde de Jaén tuvo un hermoso gesto antes de comenzar la celebración en la que quiso ofrecer su bastón de mando a los pies de la mesa de altar, y con él las intenciones de todo el pueblo de Jaén. La Escolanía de la Catedral, bajo la dirección de Cristina García de la Torre y con el acompañamiento al órgano de Alberto de las Heras han solemnizado la celebración con sus voces blancas.
En el día de la Caridad, del pan que se parte y se comparte, Don Sebastián ha proclamado una homilía en la que el sentido eucarístico de este día se fundía con la acción social de la Iglesia que lleva a cabo a través de Cáritas. El Prelado jiennense ha comenzado sus palabras subrayando que “el Corpus es día de fervor, de alegría, de manifestación popular de la fe y de la gratitud hacia el Dios de la vida y de la salvación. También tiene que ser un día de reflexión y de confirmación de nuestra fe. La presencia eucarística de Cristo en nuestro mundo nos recuerda con viveza la ALIANZA de Dios con nosotros”.
Del mismo modo, el Obispo de Jaén, ha recordado que en un mundo sin Dios, deben ser los cristianos quienes lleven a la sociedad la luz del Evangelio: “Algunos piensan que estas palabras de Cristo no tienen ya sentido ni eficacia en nuestra vida contemporánea. Como si la humanidad hubiera alcanzado una madurez que la hiciera autosuficiente, no necesitada de la ayuda de Dios ni de ninguna salvación venida de fuera de sí misma. Tanto en la vida personal como en la vida pública se manifiesta esta tentación de decidir y vivir al margen de Dios, según nuestras propias conveniencias del momento, sin atender de verdad a las exigencias de una moral objetiva anterior y superior a nosotros”.
Para finalizar sus palabras, Monseñor Chico Martínez ha querido poner a Cáritas en el centro de la plegaria, porque está entre los últimos, los más desfavorecidos, los olvidados por el mundo, que no por Dios: “En nuestro hoy hablamos de familias fracasadas, de niños que no pudieron nacer, de los que viven sin familia, de los jóvenes desesperanzados, sin horizonte, ahogados en un creciente individualismo, otros destruidos por la droga o el alcohol, de los crímenes, de la violencia de género, de las guerras candentes en nuestro mundo, del menosprecio de los migrantes, de la trata de mujeres, de muerte inducida ante una enfermedad, del derroche de bienes materiales y de la persistencia del hambre y de otras muchas calamidades en muchas zonas del mundo… Es así bien explicable que se haya querido hacer coincidir con esta Solemnidad, el Día de la Caridad, el día de Cáritas. Porque el amor a Jesucristo no tiene otro cauce, ni otra medida, que ésta: el amor a nuestros prójimos”.
Al concluir la celebración eucarística, ha dado comienzo la procesión. El Obispo ha llevado hasta el trono la Custodia. Después, representantes de la Adoración Nocturna, las autoridades, y con un protagonismo especial de los niños de Comunión, han salido a la calle para recorrer el centro histórico de la ciudad, preciosamente engalanado con altares, alfombras de sales, juncos y juncias olorosas en el suelo y balcones que con bellos adornes aguardaban el paso de Dios.
Al término de la procesión, la plaza de Santa María ha congregado a cientos de jiennenses para participar en la bendición con el Santísimo desde los balcones de la Catedral.
Fotografías: Obispado de Jaén