El Lunes Santo saldrá a las calles de Jaén rodeado de quienes le despojan y de quienes le lloran. Sin embargo, en la Cuaresma, el Cordero se presenta solo, desnudo de ropajes y con los brazos abierto ofreciendo su pecho, su corazón.
El Quinario de Nuestro Padre Jesús de la Pasión Despojado nos ha dejado bellas imágenes en la parroquia del Salvador que ahora compartimos con nuestros lectores. Porque una imagen vale más que mil palabras. Cinco días como las Llagas del Señor. Días de hermandad, de oración y convivencia en una Cuaresma que se consume como el cirio tiniebla de regreso al Jaén de las avenidas.
Fotografías: Manuel Quesada Titos