El rociero, como cualquier cofrade, siente y vive durante todo el año, día tras día, ese camino hacia la devoción de sus amores. Y ese andar continuo y constante, diario en busca de la Blanca Paloma, fue transitado por el pregonero de la Hermandad del Rocío de este año. Francisco Javier Gómez-Quevedo Cano, que ya pronunciara esta Cuaresma el pregón del Resucitado, tiró de emociones, a flor de piel cuando se acerca el momento de partir, y recordó momentos y vivencias en la aldea almonteña, junto a su hermandad jaenera del Rocío.
Cofrade rociero desde 1995, tras realizar su primer camino, Francisco Javier rememoró las distintas vertientes que una romería como la del Rocío, ofrece a quien con fe y devoción se acerca en busca de una Madre que allí espera por Pentecostés.
Con el pregón del Rocío se ha dado el pistoletazo de salida a una semana intensa en la parroquia de San Juan de a Cruz, donde se celebrará el Triduo en Honor a la Virgen del Rocío los días 28, 29 y 30 de mayo, y el 31 de mayo, tras la Misa de Romeros, y por primera vez por la tarde, tendrá lugar la procesión del Simpecado en la carreta de plata por las calles de Jaén para despedir a la Hermandad que partirá hacia tierras onubenses.