Todavía no disfrutamos de su presencia en el Miércoles Santo, pero su sola presencia en la parroquia de Santa Isabel es motivo más que suficiente para provocar la peregrinación de su barrio para estar con Ella. Por eso, cuando llega mayo, la cofradía del Cautivo se la acerca a la gente, sus vecinos y vecinas, para que puedan darle un beso en el que va mucho más que el cariño mutuo. Besos que son oraciones, peticiones o agradecimientos.
Con motivo de la Festividad de la Santísima de la Trinidad, María Santísima de la Trinidad reclama el protagonismo en este rincón de la ciudad de Jaén que cada día es un poco más cofrade.
Fotografías: José M. Anguita