Así, con puntualidad, a las 6 de la tarde, se abrían entonces las puertas de San Ildefonso para algarabía de las personas allí congregadas. La cruz guía se imponía en el dintel de la puerta. Más tarde, Jesús orando en el huerto hacía acto de presencia levantando una multitud de aplausos y los primeros sones cofrades de la Agrupación Musical María Auxiliadora. La Oración en el Huerto inició su recorrido con normalidad, por las calles de Muñoz Garnica, Obispo Aguilar, Hurtado, Reja de la Capilla y, por supuesto, Plaza de San Ildefonso, una nueva estación de penitencia que se presumía ajetreada debido a los partes meteorológicos. Poco después, fue María Stma de los Desamparados la que realizaba su salida procesional.

Una vez comenzada la procesión, las nubes fueron ganando terreno y el cielo se fue convirtiendo en tinieblas. La tan temida lluvia empezaba a caer de forma intermitente y en poca cantidad, aumentando con el paso de los minutos, aproximadamente una hora después de la salida procesional, llegando a una intensidad muy alta. Fue entonces cuando el paso de misterio, enfilando “reja de la capilla” decidió dar media vuelta hasta su templo parroquial. María siguió sus pasos y pese al poco tiempo que estuvo en la calle, cofrades y devotos pudieron admirar su belleza.

Ahora solo toca pensar en el próximo año y disfrutar de los eventos que realizan durante todo el curso cofrade. Además, la Congregación de la Vera Cruz espera, con el sabor amargo del día de hoy, la llegada del próximo Jueves Santo, esperemos que más favorable. para poder procesionar así al resto de sus sagrados titulares