Por José Gómez Garrido

Cruz de ceniza en la frente
donde florecen cuaresmas:
en este jardín anclado
al saliente de la espera.
Allí, donde al mes de abril
separa una cuarentena.
En el lugar y hora exactos
de cumplirse la condena.

Cristo asoma en Vera-Cruz.
San Ildefonso: en su puerta
se estremecen las raíces
que nos atan a la tierra
porque el Hijo ya se muere.
Murió. Murió y nada queda
En silencio se hace paso
mientras lágrimas te llevan.

Cruz de ceniza en la frente
donde florecen cuaresmas:
y nos pinta el calendario
con colores de impaciencia.
Túnicas en el armario
que nos llaman a la mesa.
Pues el día ha comenzado,
ya la pasión se nos muestra.