El próximo 28 de noviembre, Jaén volverá a celebrar una de sus fiestas más históricas y arraigadas, la Romería de Santa Catalina de Alejandría. Después de la suspensión en 2020 por motivos obvios, la cofradía vuelve a hacer un llamamiento a los jiennenses para que arropen a su primera patrona en un año muy especial. Se cumplen 775 años del patronazgo de la santa sobre la ciudad de Jaén.
Sin embargo, esta ciudad adormecida y poco orgullosa de lo propio, sigue mirándose al espejo de ciudades cercanas para quedar ensimismada por lo ajeno sin reconocer lo que le hace distinta y especial. Una reflexión que podríamos extender a muchos aspectos de nuestro día a día, y también al cofrade.
Por eso, hemos dejado languidecer una celebración que permite recordar nuestra historia, a la vez que disfrutar de una jornada en un paraje de excepcional riqueza natural al lado de nuestra misma casa, mientras preferimos viajar para vivir un ambiente cofrade en otros lares porque aquí no somos de cultivarlo y mantenerlo.
Un pueblo sin identidad deja de tener raíces con las que agarrarse. Y nuestro Jaén todavía tiene algunas profundas en las que se sustentan ritos y costumbres en los que la religiosidad popular ha sido y debe seguir siendo protagonista. Santa Catalina de Alejandría, su festividad y romería, es una de ellas, y más nos convendría reconocerla antes de que sea tarde.