El mes de enero nos depara el primero de los grandes cultos del año, el Triduo a María Santísima de la Paz. Tres días de oración a la Madre de Dios en Belén y San Roque que culminan con un Besamanos al que acuden muchos cofrades y devotos de la ciudad. Frente a sus ojos de esmeralda, el corazón de encoge y por solo un beso, Ella regala la Paz verdadera.
Fotografías: Pedro Oya