La semana santa de Jaén es especial, eso es algo innegable. Su historia, la calidad de sus tallas, los rincones cofrades, así como el sentimiento de la gente de Jaén son hechos que la hicieron merecedora del calificativo de Interés Turístico Nacional. Pero ese carácter especial viene en gran medida por las historias y curiosidades que desde este espacio tratamos de sacar a la palestra.
Una de estas curiosidades se enmarca dentro de la tarde del Viernes Santo en la que Cristo que ha muerto en la Cruz yace en el Santo Sepulcro. Y es que un Viernes Santo por la tarde en Jaén es especial ya que nos encontramos con dos cofradías que recogen el Santo Entierro. Sin duda alguna es algo curioso y es que si el Domingo de Ramos nos encontrásemos con dos “borriquillas” nos causaría una enorme sorpresa, entonces ¿por qué dos Santos Entierros ?
Las razones que explican este hecho singular se remontan varios siglos atrás concretamente debemos retroceder al siglo XVI. Hay que partir en el año 1556, año en el cuál se crea la Cofradía y Hermandad de la Transfixión y Soledad de la Madre de Dios. Concretamente es el día 11 de julio de 1556 cuando se aprueban los Estatutos de la Cofradía como una Cofradía de campo que desarrollaría su procesión por el campo con soledad. Es por ello que se fundó la Cofradía en el Convento de la Coronada (En la imágen su puerta), que estaba fuera de los muros de la ciudad, para poder recorrer los campos anexos al Convento durante la estación de penitencia. En el proceso de creación destacar a Pero Ruíz de Alcázar (prioste y fundador de la cofradía) y D. Ambrosio Suárez Baltodano (canónigo y patrono del convento). Se trataba por tanto de una cofradía integrada por los cofrades y por los frailes del convento. En este sentido hay que decir que en este momento son los Padres Carmelitas los encargados del Convento estando al frente de ellos fray León, prior del convento. Para resaltar el carácter de la cofradía y recordar la naturaleza de las cofradías del siglo XVI es preciso citar los fines de la Cofradía como lo hace Rafael Ortega Sagrista en la Historia de la Cofradía : “Cofradía cuyo fin primordial es la de promover la santidad de sus cofrades, la salvación de sus almas, y promover el culto divino a Nuestro Señor y a su Santa Madre en el misterio de sus Dolores”.
La cofradía todos los Viernes Santos por la tarde iniciaba una procesión de disciplinas del Convento hasta la Puerta de Martos, donde había una imagen de la Soledad para volver al Convento, todo ello por el campo y extramuros.
La Cofradía tenía dos imágenes de la Soledad, una en el Convento y otra en el muro de la Puerta de Martos , y además pretendía incorporar el misterio del Santo Sepulcro.
Se trataba de una Cofradía integrada por labradores y artesanos donde se encontraban cofrades con profesiones hoy perdidas como: calcetero, barbero, silleros, guadamecileros, cuchilleros, mercaderes, sombrereros, curtidores, tundidores o tejedores de manteles.
La Cofradía de la Soledad había sido una bendición para los frailes del Convento los cuáles se encontraban en una situación paupérrima subsistiendo en parte gracias a las ayuda de la Cofradía y de las limosnas que obtenían de los Cofrades.
La Cofradía alcanzó gran éxito en el pueblo jienense por lo que se convirtió en una Cofradía rica tanto en recursos como en cofrades.
Respecto al período de ubicación de la Cofradía en el Convento se estableció en los Estatutos que “La cual cofradía al presente está y reside en el monasterio de la Virgen Coronada por todo el tiempo que los muy reverendos padres prior e frailes fuere su voluntad hacernos toda hermandad e a nos los cofrades pareciere ”. Declaración que supuso el antecedente de la curiosidad cofrade que nos incumbe.
Y es que con el paso de los años se habían creado una serie de roces y conflictos entre cofrades y frailes que dieron lugar a que los testigos de la época hablasen de “ que los frailes y cofrades se tienen odio y rencor”.Es por ello que con la llegada de un nuevo fraile prior (Fray Diego de Coria) se desató un intenso litigio. Las desavenencias surgieron con un sermón de Fray Diego de Coria el 14 de marzo de 1579 que expuso que la imagen de la Soledad había que cambiarla de lugar ya que se encontraba en un lugar del Convento que era de paso para el ganado y que los cofrades(principalmente mujeres) distraían a los frailes hablando con ellos y ya que la Cofradía tenía los recursos económicos debería labrar una nueva capilla al tiempo que los invitaba a que se fuesen a otro monasterio si estaban en desacuerdo.
Los cofrades molestos con el nuevo prior y encabezados por el Gobernador Alonso de Torres decidieron poner fin a su estancia en el Convento. Durante el litigio fueron muchas las acusaciones que se vertieron por una y otra parte donde ambas partes recogieron firmas para apoyar a su parte. El hecho es que el Provisor del Obispado determinó que la Cofradía podía abandonar el Convento para dirigirse al de la Trinidad teniendo la comunidad de frailes que devolverles las imágenes y demás enseres de la cofradía. Pero las cosas no acabaron aquí ya que los frailes se negaban a entregar las imágenes y enseres a la cofradía teniendo que determinarse en sentencia de 18 de julio de 1579 de nuevo la obligación de estos de devolver lo que pertenecía a la Cofradía.
Definitivamente la Cofradía de la Soledad se trasladó al Convento de la Trinidad pero los frailes carmelitas no se iban a quedar quietos sino que ya que habían tenido a su cargo los Santos Lugares decidieron formar una nueva hermandad que diese culto al Santo Sepulcro y Santo Entierro de Nuestro Señor. Es por ello que movidos por Fray Diego de Coria se iniciaron las gestiones eclesiásticas para fundar en el Convento de la Coronada una nueva hermandad. Los cofrades de la Soledad pretendieron parar este proceso pero no pudieron evitar que el 22 de junio de 1580 (prácticamente un año después de la salida de la Soledad) se oficializase la nueva Cofradía con la aprobación del Nuncio. Razón por la que el día 24 de junio se dispuso una procesión extraordinaria para que el pueblo de Jaén pudiese conocer la nueva Cofradía. Comienza a partir de este día la actividad de la nueva Cofradía que a lo largo de la Historia engrandecería la Semana Santa de Jaén.
Y es por tanto a partir de 1580 que Soledad y Santo Sepulcro se han visto obligadas a entenderse, razones que explican que durante muchos años concretamente hasta 1992 se estableciera una concordia por la que los años pares saldría la Cofradía del Santo Sepulcro y los años impares la Cofradía de la Soledad.
Ya de vuelta en plena actualidad no nos queda otra que dar las gracias por aquel litigio de 1579 gracias al cuál todas las tardes de Viernes Santo de Jaén cuando se abren las puertas de San Juan y de San Ildefonso podemos presenciar por duplicado el misterio del Santo Entierro.
Por último me gustaría reivindicar desde esta sección ayuda y colaboración del mundo cofrade hacia estas dos cofradías que con más pena que otra cosa están pasando los últimos tiempos.
¡¡¡¡Viva la Tarde del Viernes Santo!!!!
Biografía:
-Lopez Pérez, Manuel . Insigne y Real Congregación del Santo Sepulcro de Cristo y Siervos de la Orden Tercera de Nuestra Señora de los Dolores. Historia, tradición y religiosidad de cinco siglos.
-Ortega Sagrista, Rafael. Historia de la Cofradía de la Transfixion y Soledad de la Madre de Dios. Boletín del Instituto de Estudios Giennenses