Los salones parroquiales de la Iglesia de San Francisco acogieron el acto de presentación del cartel del Vía Crucis Jubilar que se celebrará el próximo 6 de abril con motivo del VIII Centenario de la Restauración de la Fe Cristiana en Martos y de su devoción a Santa Marta, que promueve y organiza la Unión Local de Cofradías. El acto estuvo presidido por el presidente de la Unión de Cofradías, Martín García, el párroco de Santa Marta, Carlos Moreno Galiano, Pablo Martos en representación de la Cofradía de la Oración en el Huerto y por el autor del cartel, Jesús Caballero, que explicó que se trataba de un cartel sencillo para el que había utilizado una técnica mixta en la que combina el grafito,con el lápiz de color, el acrílico y laminado en pan de oro sobre tabla. El cartel, con unas dimensiones de 70×38 cm y en él se representa el brazo de San Juan Evangelista indicando el camino a seguir “para el encuentro con Cristo cuando éste ascendía hacia el Monte Calvario para ser crucificado”, y que focaliza el espacio del cartel.
Explicación del cartel realizada por el autor:
Cuando me dispongo a producir cualquier obra de cartelería, siempre hago referencia a esa capacidad de la creación artística contemporánea de darle un mensaje a la estética para completarla. Explorar y proyectar aspectos o cuestiones que van más allá de lo sensitivo, de lo visual. Algo similar a lo que Confucio decía: “Cuando un dedo señala la luna, el necio mira el dedo”, es decir, no quedarse exclusivamente con lo aparente, levantar la mirada en la búsqueda de un diálogo con el universo, los espacios, las personas, en definitiva, todo aquello que se relaciona con nuestra experiencia, buscando generar diálogos, que no respuestas, a las tantas y tantas preguntas que se escapan de nuestra percepción humana. En este caso como encargado de dar forma plástica y proyectar un acontecimiento de tales características, el reto se correspondía a dos cuestiones fundamentales, tanto a nivel conceptual, como a nivel de forma. Por un lado, describir visualmente qué es un Vía-Crucis desde el núcleo o cuál es el papel del cristiano y cofrade dentro de ese acontecimiento. Este Vía Crucis jubilar es una ocasión extraordinaria para acompañar a Cristo en ese “camino hacia la Cruz”. Una extrapolación contemporánea del camino al Calvario en Jerusalén, convirtiéndose los marteños y marteñas en partícipes activos y espectadores contemporáneos de la misma experiencia que se sucedió dos milenios atrás. Partiendo de esta base como premisa, el cartel debía focalizarse en representar, de manera simbólica, a todos los cristianos que al igual que las mujeres de Jerusalén, siguieron ese camino. Es por esta cuestión que decidí establecer una investigación sobre los espectadores y las personas partícipes del camino de la cruz, encontrando en la figura de San Juan Evangelista el recurso más sugerente tanto a nivel simbólico, al ser representación de la cristiandad, como a nivel iconográfico en diversas representaciones pictóricas y escultóricas, ya que fue testigo y espectador directo de la Pasión de Cristo. En relación a esto último, Valdés Leal pintó alrededor de 1657 Virgen con San Juan Evangelista y las Tres Marías, una de sus obras más emotivas en las que se recogía a la perfección esa atmósfera y sentimiento de tristeza del colectivo que acompañaba a Jesús camino del Calvario. Lo interesante de esta obra para lo que a este cartel supone es, por un lado, que se centra en esas personas partícipes del camino, Cristo no aparece en la escena. Por otro lado, el gesto de San Juan señalando el camino a seguir para el encuentro con Cristo cuando éste ascedía hacia el Monte Calvario para ser crucificado.
San Juan Evangelista nos señala en este cartel el camino de la Cruz, el camino hacia el encuentro con Cristo y es simplemente este gesto el que da forma y compone la estructura del cartel. Focalizar la atención en este gesto como núcleo comunicativo requería eliminar cualquier otro elemento que distrajera la atención del espectador. Generar el único ruido en la obra a través de este componente, dejando el resto en un silencio visual, el espacio en blanco. Este espacio en blanco se justifica y convierte en aspecto fundamental a tener en cuenta si me remito a los preceptos del diseño editorial, ya que en este se invita a eliminar aquello que no sea necesario, pues cuantos más elementos se añadan, menos importancia obtiene el principal y más diluido será el resultado. El diseño pierde efectividad por el ruido que se genera. El resultado del cartel presenta una imagen equilibrada, en diagonal, partiendo del margen inferior derecho, en sentido ascendente, del que surge el brazo de la imagen de San Juan Evangelista, titular de la Hermandad homónima. Realizada a lápiz de color y grafito, siendo esta técnica un nuevo recurso dentro de mi producción pictórica. En esa línea ascendente, y siguiendo la dirección que la composición marca y el dedo señala, en la parte superior izquierda se articula la tipografía del Vía Crucis, objetivo de la efeméride, aquello que los cristianos realizarán el día seis de abril, aquello que San Juan Evangelista señala, completando y equilibrando el formato con la tipografía.