Día muy encapotado y lluvioso. Así se despertaba el Domingo de Resurrección en gran parte de la geografía andaluza en general y en nuestra capital en particular.
Hoy el sol debería haber bañado con sus rayos la cara de Cristo en su gloriosa resurrección y hacer brillar la alegría que atesora María Stma de la Victoria. No fue así y el líquido elemento hizo acto de presencia desde muy temprano no queriéndose perder la última de las procesiones que desfila por Jaén.
Los pasos estaban debidamente ataviados en la basílica menor de San Ildefonso, cofrades, costaleros, nazarenos y demás, se preparaban ante la amarga noticia que momentos después daría la junta de gobierno en boca de su hermana mayor. Resignados ante la no salida, poco a poco el ambiente cofrade fue dejando paso a algunos sollozos y desconsolación. Las puertas del templo se abrieron para que todo el pueblo Jiennense pudiera observar más de cerca ambos pasos procesionales.
Finaliza así una Semana Santa muy atípica en la que la gran protagonista durante estos siete días ha sido la lluvia, dejando una ligera tregua durante las jornadas del Jueves y Viernes Santo, pero que volvió a truncarse en la mañana de hoy.