«Sois personas muy importantes dentro de una cofradía y, por desgracia, casi siempre las grandes desconocidas». Es lo que le decía ayer el Hermano Mayor de la Hermandad de la Amargura, David Torres, a unas 80 mujeres camareras de casi todas las cofradías de la capital jienense que se dieron cita en la iglesia del Salvador en el I Encuentro de Hermanas Camareras de la Semana Santa de Jaén.
Se trataba, como explicó Torres al inicio del acto, de dar importancia a lo que hacen estas mujeres, de que entre todas se comuniquen y pongan en común un oficio que les ha sido transmitido a lo largo de los años. El Hermano Mayor de la Amargura recordó que «fue la Virgen de la Soledad la primera que en Jaén necesitó una camarera, según cuentan las crónicas».
Entre los diversos actos que organizó la cofradía con motivo de este primer encuentro, destacó la presencia de un invitado de lujo, el bordador, diseñador y vestidor, Francisco Carrera Iglesias, un artista cofrade sevillano, que participó en la charla-coloquio en la que las hermanas camareras de las distintas hermandades de la ciudad y miembros de la Hermandad hablaron del arte de vestir a María Santísima, estilos y épocas. Carrera Iglesias destacó, entre otras cosas, la importancia que las hermanas camareras tienen dentro de las hermandades.
Además, aportó curiosidades a la historia de este oficio, como el hecho de que «cuando comenzaron, las imágenes vestían a la moda, ya que la señora que les costeaba los trajes le encargaba a su modista el mismo traje para la Virgen que le había confeccionado a ella», explicó. El artista sevillano hizo un repaso por la forma de vestir a las vírgenes en función de la época en la que nos situemos, destacando que «no fue hasta las primeras décadas del siglo XX cuando empezaron a vestirse tal y como hoy las vemos».
«Ser camarera no es fácil, a la mayoría les cuesta el dinero, pero tienen un verdadero amor y pasión por su labor, por eso lo hacen», recalcó Carrera Iglesias, que es el vestidor de la dolorosa sevillana, Nuestra Señora de los Dolores Coronada del Cerro del Águila, a la que lleva vistiendo prácticamente desde que era un adolescente. A su vez también fue Hermano Mayor por unos años de dicha corporación. Tal es el cariño y el agradecimiento a su persona, que goza de una calle en dicho barrio del Cerro del Águila. Entre otras dolorosas, también viste a María Santísima del Dulce Nombre de Bellavista, Nuestra Señora de la Oliva de Alcalá de Guadaíra, María Santísima del Rocío y Esperanza de Huelva o Madre María Inmaculada de la Hermandad de los Estudiantes de Madrid.
Amplio currículum
Trabajador incansable, posee taller de bordado propio, del cual han salido numerosas piezas bordadas para distintas hermandades de la geografía española. Ha vestido a grandes artistas, como Gracia Montes, Marifé de Triana o Lola Flores. También ha colaborado con grandes diseñadores o firmas, cómo Toni Benítez, Vitorio y Lucchino, Cañavate, Loewe, etc. Él fue el encargado de realizar los trajes para la obra teatral ‘Carmen’ de Carmen Távora, o el bordado de las telas de los palcos del Palacio Real de Madrid, entre otras muchas obras.