La cofradía de la Virgen Blanca, la segunda más antigua de la ciudad, ha celebrado este fin de semana la romería en honor a su imagen titular. Tras unos días de intenso trabajo repleto de actos y cultos, los cuales comenzaban con el pregón y siguiendo con el triduo a la venerada talla, en la mañana de ayer la Virgen Blanca salió en procesión en un soleado domingo para alegría de sus cofrades y devotos.
Durante el citado desfile se pudo observar el incremento que ha sufrido la cofradía en cuanto a devoción se refiere, ya que se ha multiplicado el número de devotos con respecto a los años anteriores. Parte del equipo de gobierno del Ayuntamiento de la capital acompañaron a la comitiva, así como algunas cofradías de pasión y gloria de la ciudad.
Puntualmente hacía su salida desde la parroquia de Santa María madre de la iglesia, situada en la urbanización “Azahar“, donde actualmente tiene su sede canónica la cofradía. Los rayos del sol iluminaron en todo el recorrido a la amantísima virgen, siendo acompañada por la banda municipal de música de Jaén. Previamente, la Agrupación musical Ntro Padre Jesús de la Piedad en su presentación al pueblo abría el paso de la comitiva hasta llegar a su ermita, donde finalizó la romería.
Tras la misma, el capellán de la cofradía, Eduardo Moya, presidió la eucaristía en el paraje de la Imora, para después llevar a cabo un día de convivencia entre los cofrades.