La diócesis de Jaén celebró ayer, quince de mayo, la festividad de su patrón, el varón apostólico San Eufrasio, que es también patrón de la ciudad de Andújar. Con este motivo, el Sr. Obispo de Jaén presidió la Eucaristía en el solar en que se construirá el templo y complejo parroquial de San Eufrasio de Andújar, en el polígono “Puerta de Madrid” de la ciudad iliturgitana. D. Ramón del Hoyo, en el transcurso de la Santa Misa, entregó al párroco de San Eufrasio de Andújar, D. Sebastián Guerrero, una reliquia del Beato Juan Pablo II para impulsar la construcción del futuro complejo parroquial.
A las siete de la tarde tuvo lugar el traslado de las reliquias desde la actual parroquia hasta los terrenos designados para albergar el futuro complejo parroquial de San Eufrasio, junto al Centro Social “Sierra de Andújar”. Tras la celebración de la Misa tuvo lugar la procesión con la imagen del patrón por las calles de la ciudad.
La hermandad y parroquia de San Eufrasio de Andújar han organizado diversas actividades culturales y litúrgicas para preparar la fiesta del patrón de la diócesis. Junto al triduo y otras celebraciones litúrgicas, hay que mencionar la presentación del cartel y de la revista “Eufrasianos 2012”. También se celebró la entrega de los premios del concurso de redacción y dibujo sobre la figura del patrón de la ciudad que todos los años se convoca entre los niños y niñas de los colegios iliturgitanos. Y destacó el pregón oficial al santo que este año fue realizado por María del Carmen Gutiérrez, que fue presentada por el pregonero del pasado año, Manuel López.
El cabildo de la Catedral de Jaén también celebró solemnes vísperas y Misa de la festividad en honor del patrón de la diócesis, que tiene una capilla dedicada en el templo catedralicio.
San Eufrasio fue uno de los siete varones apostólicos. Es el patrón de la diócesis de Jaén desde comienzos del siglo XVII. San Eufrasio fue el primer evangelizador de las tierras del Santo Reino. Fue el primer obispo de Iliturgi, la actual Andújar, donde según la tradición fue martirizado. Durante la invasión sarracena sus restos se trasladaron hasta el Valle del río Mao, en la provincia de Lugo, donde está enterrado en la parroquia de Santa María do Mao, en el municipio de Incio.