Con quince minutos de retraso, salía desde la basílica menor de San Ildefonso la Congregación de la Vera-Cruz. El cielo se vestía de azul y a ratos con nubes que lo tapaban pero que pasaban rápidamente. Pese al riesgo de lluvia, la cofradía decidió salir a la calle para realizar su estación de penitencia.
Durante gran parte del recorrido se pudieron lucir sus tres pasos procesionales, Jesús Preso, el Stmo Cristo de la Vera-Cruz y María Stma de los Dolores. Tres bandas acompañaron a la cofradía, las cuales no cesaron de tocar sus respectivos sones cofrades.
Cuando encaraban la carrera oficial y tras pedir la venia, unas ligeras gotas de agua hicieron acto de presencia. Las mismas minutos después se dejaron caer con más fuerza y en mayor número hasta tal punto que la cofradía tuvo que tomar la decisión de abrirse paso por la plaza de San Francisco y Ramón y Cajal para regresar a su sede canónica. El Stmo Cristo de la Vera Cruz y su madre acortaron su recorrido subiendo directamente hasta su sede canónica.
Un jueves santo que se presumía esplendoroso con las hermandades en la calle y que se tornó de un color oscuro con las lágrimas de los costaleros y costaleras, cofrades y devotos en general.
fue una autentica pena pero para ambas congregaciones que nos mojamos,lo mas importante es que no causara la lluvia consecuencias mayores