El pasado jueves 7 de diciembre, cerca de 300 jóvenes de toda la provincia, se daban cita en la Casa de la Iglesia de Jaén, el Seminario Diocesano, para vivir la ya tradicional Vigilia de la Inmaculada. Grupos jóvenes de cofradías, parroquias, movimientos, todos unidos por y para María.
La primera actividad de la tarde fue un taller-oración-concierto que organizaban los jóvenes de Villargordo y Mengíbar. A las siete de la tarde, los jóvenes partieron hacia la Catedral de Jaén acompañando a la Virgen María por las calles de Jaén. Abriendo la comitiva, la Cruz de los jóvenes, tras de ella, los diferentes grupos juveniles de cofradías, hermandades y movimientos religiosos de toda la provincia que no quisieron perderse la tradicional cita de la juventud jienense con María. Y así, entre oraciones y cantos, la imagen de María Inmaculada era recibida con el repique de campanas a su llegaba a las ocho de la tarde a la Santa Iglesia Catedral.
En cuanto la Cruz de los jóvenes atravesó el umbral del templo mayor, todos los jóvenes al unísono, animados por el coro diocesano de la juventud, comenzaron a entonar canciones para recibir a nuestra Madre, a María, la joven que con un “Sí”, hizo que la tierra estallara de alegría.
Con la palabra “Hágase” latiendo en los corazones de los casi 300 jóvenes que allí se acercaban buscando ese rato de unión y oración con Jesús, el eternamente joven, la catedral se sumió en el más absoluto silencio, solo roto por las palabras de cuatro jóvenes que compartieron sus experiencias y vivencias durante la adoración al Santísimo.
Tras la Vigilia, los jóvenes regresaron al Seminario para poner broche de oro a este encuentro con la tradicional chocolatada.