La todavía corta historia de la Hermandad del Cautivo sería muy distinta sin la figura de D. Francisco Carrasco. El que hasta ahora ha sido párroco de Santa Isabel acogió a un grupo humano que pretendía convertirse en hermandad y no terminaba de encontrar su sitio. Este párroco cofrade le abrió las puertas de un templo y de un barrio, guio los pasos de aquel proyecto, removió obstáculos y ayudó a consolidar la actual cofradía.
De ahí que con motivo de su traslado después de 13 años en esta comunidad parroquial, la Hermandad del Cautivo haya querido agradecer todo lo que su capellán ha hecho por ellos con la celebración de la Eucaristía de Acción de Gracias por sus años de servicio y la imposición a María Santísima de la Trinidad de una nueva diadema, donada por uno de los hermanos.
Comunicado de la Hermandad del Cautivo
Hoy termina la labor de D. Francisco Carrasco Cuadros en Nuestra Parroquia de Santa Isabel para seguir sembrando su Amor a Dios en otras parroquias de Nuestra Diócesis. Han sido trece años de duro trabajo en los que hemos vivido junto a él muchas vicisitudes, muchos obstáculos, muchas alegrías y muchas perdidas. “Amar conlleva dolor” nos dijo D. Francisco en una Homilía. Sabemos que su pastoreo no ha sido fácil para él, los rebaños somos así, nos gusta poner al pastor a prueba y damos fe de que no ha desfallecido en cuidarnos siempre y en todas las circunstancias para acercarnos a Dios, que es lo que quiere este pastor.
Para la Hermandad, D. Francisco Carrasco ha sido un pilar fundamental en su formación, siempre ha sido el primero en animar y participar en todo, no dejándonos tener miedo a nada. Y así, poniéndonos en manos de Dios, hemos ido creciendo y afianzando el proyecto Trinitario que se sembró hace casi 20 años. Estas líneas seguro que son cortas para agradecer a D. Francisco su entrega. No hay duda. Por eso queremos hacerle ver nuestro agradecimiento con los frutos conseguidos.
Seguro que él hubiera querido obtener más, pero todo paso, por pequeño que sea es una victoria y D. Francisco puede estar seguro de que las personas a las que ha acercado a Dios en estos trece años, en todas, hay una semilla de Amor, que ha brotado o está esperando brotar. Paco, la semilla que pusiste en el corazón de la Hermandad, ya la ves. Ha brotado, el viento azota, el Sol calienta y el agua escasea. Pero lo que hace vivir ese fruto es el Amor a Dios a través de sus titulares.
A través del Cautivo que tú bendijiste y de Su Madre que coronaste y también de Santa Isabel, que nos recuerda que la caridad es lo primero. A través de Ellos no importa la fuerza del viento, ni que el Sol abrase, ni que falte agua. Porque ellos nos llevan a Dios. Gracias por enseñarnos el camino.