Las naves de la Santa Iglesia Catedral acogieron este fin de semana uno de los momentos cumbres para los hermanos de la Buena Muerte, la señal inequívoca y previa que antecede al Miércoles Santo.
La devota imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte recorrió el marmoleado suelo del templo en solemne Vía Crucis, rodeado de un gran número de hermanos y con el acompañamiento musical del quinteto Buena Muerte.
Finalmente, el crucificado era entronizado en su propio Gólgota a la espera de una nueva Semana Santa, en la que la Legión pondrá su sello particular en plena Plaza Santa María.
Fotografías: Lorena Caballero y Hermandad de la Buena Muerte