Una vez más, como cada enero, los rocieros de la ciudad del Santo Rostro han acudido a la tradicional peregrinación extraordinaria como Hermandad filial de Nuestra Señora del Rocío para celebrar la Eucaristía junto a su Madre María Santísima del Rocío. Una peregrinación que por los momentos que estamos viviendo, y tras no poder acudir el año pasado por primera vez en la historia de la Hermandad, se ha llevado a cabo por las pautas marcadas por la Hermandad Matriz de Almonte, lo que ha hecho que no sea lo multitudinaria que suele ser cada año, pero donde el sentimiento y el fervor que Jaén le tiene a su Virgen del Rocío se ha visto reflejado.
Eran las 11:00 de la mañana del domingo 23 de enero, cuando los tamborileros de la Hermandad encabezando el cortejo del Simpecado llegaban al pórtico de la parroquia de la Asunción, detrás junta de Gobierno y Hermanos Mayores. Al entrar a la parroquia las palmas y los vivas se mezclaban con los acordes de flautas y tambores hasta que el Simpecado llegó al altar mayor. La Presidenta de la Hermandad realizó la monición de entrada, dando las gracias a los allí presentes. La Eucaristía estuvo concelebrada por D. Francisco de la Torre, capellán de la Hermandad, y D. Juan Mena, párroco de La Encarnación de Mancha Real y rociero de pro.
El coro de la Hermandad fue el encargado de poner los sones, culminando con el rezo de la Salve y los emotivos vivas de la Hermana Mayor.